sábado, 1 de junio de 2013

Qué fue de los genes "basura"?


Es verdad que se han descubierto unos genes que se llaman “basura”?
Sí. Pero no deberían traducirse como inútiles o sobrantes. Gracias a las investigaciones que intentan “decodificar” el mapa genético humano (genoma) se descubrió que menos del 2% de nuestros genes son los responsables de las características de nuestro cuerpo. Por lo tanto al resto se le etiquetó como “basura”.

Entonces el 98% de nuestro material genético es basura?
No. No es lo mismo desconocer la funcionalidad que asegurar que es totalmente inútil.

Pero qué es un gen?
Todos los seres vivos que conocemos guardan su identidad o código genético en su ADN. El ADN está formado por genes. Un gen es la unidad mínima de almacenamiento de información de un ser vivo.

Tenemos muchos genes?
El ADN humano tiene 3.000 millones de genes.

Entonces, cuántos son útiles?
Eso no lo sabemos. Pero si preguntas sobre cuántos de ellos conocemos su funcionamiento la respuesta es de 21.000, que son los que codifican las 90.000 proteínas que utilizamos. A estos genes los llamamos codificantes.

Pero se ha descubierto una planta que no tiene genes basura…
Cierto. Hay una planta carnívora llamada humped bladderwort que sólo tiene 28.500 genes, y la mayoría son codificantes, y vive y se desarrolla con normalidad.

Por lo tanto los genes basura, realmente son basura.
No es así. Esta planta tiene pocos, pero tiene genes no codificantes.

Entonces los genes basura son imprescindibles para la vida?
Sí. Todos los seres vivos necesitan tenerlos

Pero por qué?. Para qué sirven? 
Pongamos un símil. Vosotros aun utilizáis los llamados teléfonos inteligentes. Son unos aparatos compuestos por una parte física o hardware y una parte intangible llamada software. El hardware es la máquina y el software son las aplicaciones o programas que se han desarrollado para gestionar los recursos de la máquina. El mismo teléfono puede ser más o menos inteligente dependiendo de las aplicaciones o sistema operativo que contenga. Ambas partes son imprescindibles para que el teléfono sea útil.

Pero nosotros no funcionamos como un teléfono... 
Afortunadamente no. Nosotros sabemos hacer algo que aún no sabe hacer ninguna de vuestras máquinas: reproducirnos. Somos capaces de crear otros humanos similares a los progenitores con un hardware muy parecido. Los genes codificantes son los encargados de guardar los planos de la máquina: nuestro cuerpo. Ellos son los que definen el color de nuestros ojos o pelo, la longitud de nuestras extremidades, el número de dedos, la estatura, el volumen craneal, la disposición de nuestros órganos internos y el resto de características físicas.

Y dónde está el software?
El software se guarda en los genes no codificantes.

Y qué información guardan?
Nuestro sistema operativo. Guardan el programa que gestiona todos los componentes de nuestro cuerpo. Los planos de la máquina ocupan menos del 2% del total de la información necesaria para generar un humano. El resto es programación.

Todos los humanos tenemos los mismos genes no codificantes?
No. Ni siquiera coincidimos al 100% en los codificantes. Cada espécimen es único. Esta es la parte divertida. Nuestro sistema operativo tampoco es idéntico, por eso hay personas con tendencia a ciertas enfermedades como obesidad, cáncer, etc., y/o enfermedades que son hereditarias, pero no porque aparezcan desde el primer segundo de vida, sino porque a lo largo del tiempo, y por una “incorrecta” programación terminan apareciendo.

Entonces cuántos de los genes no codificantes son útiles y cuántos “basura”? 
Eso es lo que todavía no sabéis distinguir. De toda la información que mantenemos en nuestro gran disco duro (ADN), sabéis dónde se guardan los planos del diseño, pero aún no sabéis distinguir el resto. El día que lo hagáis seréis capaces de distinguir la programación de la herencia genética inerte, podremos decir que habréis descubierto los genes basura.

Vosotros lo habéis conseguido? 
No. Aún no hemos completado el mapa genético humano, pero gracias a la ayuda de las máquinas y de su incansable trabajo comparativo, tenemos muchas funcionalidades detectadas y controladas. Creo que aún nos falta mucho.

Por lo tanto tenemos “basura” en nuestro cuerpo? 
Sí. Si lo tomamos como algo que no nos es útil. Pero este concepto no es nuevo. Llamamos cóccix a nuestras últimas vértebras y es la reminiscencia de una antigua cola que nos permitía guardar el equilibrio cuando éramos cuadrúpedos. Nuestras muelas del juicio nos servían para aplastar la hierba que comíamos cuando éramos rumiantes. Nuestro apéndice es lo que nos queda de un tubo digestivo mucho mayor de cuando éramos vegetarianos y no omnívoros. El vello es el resquicio de un cuerpo peludo para resistir el frío cuando no sabíamos vestirnos. Hay muchos ejemplos de detalles inútiles que aún nos quedan como herencia del pasado y que la evolución se encargará de ir eliminando poco a poco. Conclusión: sí, tenemos “basura” en nuestro cuerpo.

Pero he visto laboratorios que modificaban los genes no codificantes, escribiendo su nombre en ASCII y lo han publicado como un gran avance
Sí. Es cierto. Pero esto debe tomarse como un avance en la modificación genética, nada más. Se ha modificado código genético del que se desconoce su funcionalidad y por supuesto sus consecuencias. Esto no debería tomarse como un avance en el proyecto del genoma humano.

De acuerdo, pero entonces por qué la planta carnívora tiene tan pocos genes no codificantes?
Porque no todas las máquinas tienen el mismo diseño. La planta tiene un buen diseño para desarrollar su vida y necesita muy poca programación para que todo funcione correctamente. Además parece que, efectivamente, se ha deshecho de casi todo sus genes basura.

Eso quiere decir que el hombre es el que más genes no codificantes tiene?
No. El cuerpo del hombre tiene un gran diferencial con el de los animales más parecidos, se llama cerebro. Es el órgano más complejo que tenemos. Y es el que más líneas de código requiere para el funcionamiento que conocemos hoy en día. Él se lleva la mayoría de funcionalidades de nuestros genes no codificantes. Pero la planta del arroz, o la pulga de agua tienen más genes que el ADN humano.

Entonces la pulga de agua es más inteligente que el ser humano? 
No quiere decir eso. Quiere decir que guarda mucha herencia genética inútil. Sospechamos que el ser humano sea el que más genes no codificantes útiles tenga en todo el reino animal.

Algún día se conocerá la funcionalidad de cada gen?
Sin duda. Pero no es un trabajo fácil. Según vayamos descubriendo más acerca de nuestro propio código podremos interactuar con él y hacer modificaciones de mejora.

Será habitual la modificación genética? 
Sí. Será lo más normal. Nosotros hemos sido corregidos genéticamente antes de nacer, para eliminar un interminable número de enfermedades genéticas y hereditarias.

Y qué ocurre con la evolución natural? 
La evolución humana ya no es natural. Gracias a ello se ha acelerado. Lo que la naturaleza hubiese tardado decenas de miles de años en corregir nosotros lo hemos hecho en cientos de años.

No es una deshonra ser modificado? 
No. Es una necesidad.

Aún existen los “no modificados”? 
Sí. Los progenitores son los que toman esta decisión sobre sus descendientes. Pero no es una obligación.

Qué es lo que más me llamaría la atención sobre la modificación genética? 
Que seguimos celebrando las olimpiadas cada cuatro años. Antes teníamos las de los “naturales” y la de los “modificados”, pero hace tiempo que se dejó de celebrar la de los “naturales”, porque no tenían interés. Las sorprendentes son las de ahora.

No me cuentes más de esto por ahora. No quiero saber nada más. Me asusta. 

1 comentario:

  1. Cómo es posible que algo tan pequeño como una pulga de agua guarde tantísima "información"?

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